Vuelve a mi mente aquella historia que no presencie, aquel cuento que supiese de la boca de mi padre alguna vez cuando yo estaba pequeño y preguntón. Aconteció un accidente como ningún otro en el Perú, una tragedia aérea muy sentida, y que dejase al menos a una persona para contarlo.
Esta historia no es muy reciente, de hecho casi estaba olvidada en mi PC cerebral. Empecé por recordar al leer. ''El primer ministro malasio Najib Razak dijo a través de un rueda de prensa, que el Boeing 777 (de Malaysia Airlines) desaparecido el 8 de marzo con 239 personas a bordo, cayó en el Océano Índico dejando cero sobrevivientes''.
El 24 de diciembre de 1971, Juliane (17 años) y su madre María se dirigieron al aeropuerto Jorge Chavéz en Lima, y fueron parte de los 93 pasajeros que abordaron un cuatrimotor Lockheed 188 Electra bautizado como Mateo Pumacahua, correspondiente al vuelo 508 de LANSA con destino a la ciudad de Pucallpa, donde su padre, que allí trabajaba, las esperaba para celebrar la Navidad.
Traspasó los Andes a 7.000 m con buen tiempo, habiendo hecho su último reporte cuando sobrevoló Oyón en la sierra de Lima, adentrandose 40 minutos después del despegue en cielos amazónicos donde se estaba germinando un frente de mal tiempo. El avión perdió altura hasta los 6.000 m y comenzó a sacudirse provocando la inquietud de los pasajeros.

Las sacudidas fueron cada vez más violentas y los equipajes de mano se salieron de sus cubículos. El avión descendió unos 4.000 m y el piloto buscaba aire más denso para realizar un aterrizaje de emergencia.
Köpcke describe así los siguientes momentos que ocurrieron: "Yo fijaba la vista en el motor derecho como recurso virtual a mi falta de apoyo físico. La fría humedad de la mano de mi madre delataba su consabido sufrimiento. En ese punto, el viaje se tornó en la aventura de mi vida cuando una inmensa y cegadora luz atravesó la hélice que yo contemplaba''.
A eso de las 12:36 horas, se dice que un rayo alcanzó al avión, en el motor derecho e incendió el tanque de combustible (hecho que en realidad nunca fue probado con certeza), el incendio provocó un fallo estructural masivo que partió la aeronave a nivel de la cola.
Cayó desde unos 2.000 metros de altitud, junto a los restos incendiados del avión, sobre la selva. Juliane salió despedida del avión, asida por su cinturón al siento, y cayó sobre las copas de los arboles, cuyas ramas y la densa vegetación amortiguaron el impacto hasta el suelo.
Juliane estuvo inconsciente unas 17 horas, y cuando despertó la mañana siguiente, se encontraba en tierra, debajo de su butaca, y rodeada de la más densa selva. El hecho de haber caído con su butaca, y que ésta cayese sobre la espesa vegetación le salvó la vida. (Increíblemente, Juliane Köpcke tenía solo heridas mínimas una clavícula rota y un ojo morado)
Tras 9 días de viaje por la jungla, finalmente llegó a un río navegable y caminó por manglares y la orilla hasta dar con una canoa a motor y un refugio de cazadores. No quiso robar la canoa, por lo que esperó varias horas hasta que los propietarios de ésta llegaran de vuelta.
A la mañana siguiente, los cazadores y madereros, que eventualmente transitaban por dicho lugar, la encontraron en el refugio. La llevaron hasta su aldea, donde le dieron comida y le curaron las heridas más graves (tenía la piel infestada de gusanos).
Las indicaciones de Juliane Köpcke ayudaron a dar con los restos del avión (se encontró la parte delantera casi intacta) y constatar que si bien sobrevivieron 13 pasajeros (entre las que se encontraba el piloto de la nave quien quedó muy mal herido) a la caída, estos no vencieron a la selva y fallecieron en diversas circunstancias.
F I N
DESPUÉS DE LA VIDA
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Tuve pesadillas durante muchos
años, muchas por supuesto sobre la muerte de mi madre y de otras personas una
y otra vez. La pregunta "¿fui yo la única superviviente?" resuena
todavía en mi cabeza. Y lo hará para siempre.
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Juliane regresó a Alemania, donde
se recuperó totalmente de sus heridas y continuó sus estudios, obteniendo su
título en zoología y biología en 1987. La Dra. Juliane Diller, como se la
conoce actualmente, se especializa en mamalogía, sobre todo en el estudio de
murciélagos. Actualmente trabaja como bibliotecaria en la Colección zoológica
del Estado de Bavaria en Múnich.
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ADEMAS I: ADEMAS II:
El vuelo 508 de LANSA fue un accidente aéreo
producido el 24 de diciembre de 1971 sobre la selva amazónica peruana con un
saldo de 92 fallecidos y con una única joven sobreviviente por cuya insólita
historia de supervivencia en condiciones extremas se hizo mundialmente
famosa.
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Juliane nació en Lima, Perú, en 1954. En 1971 ya se encontraba
cursando el último año de la escuela media y pensaba en estudiar zoología o
biología. El vuelo 508 despegó cerca del mediodía con retraso rumbo a
Pucallpa para después proseguir a la ciudad de Iquitos en plena selva peruana.
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Video de Sobreviviente vuelo 508 LANSA PERU